Mr. Timoteo
En la simpleza de tus manitos al agua me despabilo y me limpio la vida que viene desde está mañana un poco triste.
Tu cadencia de pasitos cortos y enérgicos me hacen bailar a tu ritmito infantil y se me olvida por un instante que a veces nose qué quiero .
Vos tan decidido a explorar el mundo según se te presenta, tan espontáneo y capacitado para la mayor sorpresa. Y yo tan paralizada a veces…
Así vos, intrigado por lo que ves desde ahí abajo… así vos, a la espera de algo …
Ahora una hoja enorme tirada en el piso nos manda a dibujar juntos y libres. Garabatos y símbolos aparecen imprevistos y el pincel tan aguado aplasta lo que hicimos antes.
Y no pasa nada porque la idea es desparramar colores en la hoja, descubrir nuevas formas, enchastrarse. Y es una buena idea (enchastrarse), aunque mi ritmito adulto haga lo posible para que no se manche nada...
Del agua a la acuarela pasea el pincel en tus manos descoordinadas, y de ahí intento que todo lo recolectado llegue a la hoja para ordenarte el mundo, para enseñarte…
y es ensayo y error (mío y tuyo).
Ahora sentimos que hay demasiado silencio. Un índice pequeño pero claro me señala el reproductor de música.
Y entonces PLAY.
Y entonces tus ojitos piensan “de dónde sale eso” mientras sonríen, mágicamente.
Y señalamos instrumentos y tocamos guitarras imaginarias, y me vuelvo un payaso imitando al que canta abracadabrapatadecabra… (qué significa eso, no importa)
Es un rato, una tardecita de martes, un trabajo … pero descubro que es un poco más...