Dice el mundo cómo hay que vivir. Dice el mundo lo qué hay que hacer.
Dice mi cabeza a través del mundo y dice el mundo a través de mí.
Dice el mundo qué es una mujer y qué es un hombre. Dice cómo cantar y cómo caminar. Dice el mundo qué hay que ser y qué no ser.
Rítmicamente, dice mi búsqueda cotidiana de mundo que yo no sirvo en él (comparativamente)
y dice mi cabeza a través del mundo que no podría ser mejor estar en él (internamente).
Soy búsqueda concretizada y mareada de mundo. Del mío.
¿Qué espero de mí?
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