Sensibles seres blancos, puros como el agua, miran el mundo adulto desde abajo y ven más de lo que se cree.

                                (por  Chacho Baltar)

Cabecitas productoras de imaginaciones, se dedican a jugar y en sus juegos, cualquier cosa puede convertirse en cualquier otra.

Sus pasitos impredecibles, caminan rompiendo rutinas absurdas

Sus cuerpitos, demandantes de cuidados, lo que más necesitan es afecto.

Son pulguitas que atraen toda la atención, que desconocen el mundo real y que juegan asomándose por el balcón a él.

Impulsivos e impulsores, no tienen secretos, todo lo expresan.

Entusiastas  de cosas simples, nos enseñan lo verdaderamente importante.

Pura vida en acción.

Sus juguetes tienen personalidad en sus manos y el preferido vida propia.

Son lucecitas exploradoras en permanente aprendizaje y creación.

Sus vidas iluminan todo a su alrededor y transforman cada momento en algo nuevo por vivir.

Sus dibujos espontáneos, obras de arte.

Sus gestos, alegría para el mundo.

Vocecitas que todo lo preguntan, nos dejan pensando.

Dormidos, nos hacen tocar la paz.

Despiertos y enérgicos, nos ponen en ritmo y nos hacen bailar su danza.